Nideport inicia actividades de plantación en la Reserva GS1

Sin bosques, la vida en la Tierra no sería posible. Estos, junto a los océanos, son el pulmón del planeta y su papel en la lucha contra el cambio climático es vital al absorber cada año unos 2.000 millones de toneladas de CO2 (principal gas de efecto invernadero y gran culpable del calentamiento global).

La sobreexplotación de los recursos naturales, a través de la tala o el crecimiento urbano, es la principal causa atribuible al ser humano en lo relativo a la desertificación, pero hay otras que no dependen de él. Entre ellas, se encuentran las lluvias poco constantes y las sequías estacionales, la erosión del suelo y las tierras pobres, o los incendios forestales a causa del cambio climático. Ante este escenario, la reforestación se revela como una de las estrategias más efectivas para revertir este problema.

La reforestación consiste en repoblar zonas deforestadas para recuperar bosques degradados en el pasado reciente.

El equipo forestal de Nideport ha desarrollado e implementado en el campo un ensayo sobre la tala rasa con cinco especies nativas con el objetivo de evaluar criterios técnicos para buscar una mejora continua en el plan de restauración.

Se recubrió un área importante con especies nativas con la colaboración de estudiantes de la UNAU que además asisten con el monitoreo y seguimiento de cada ejemplar plantado. 

Las especies se seleccionaron bajo el criterio de ser importantes por los servicios que prestan al ambiente, por su utilidad para el ser humano y por tener características prometedoras para emplearse en programas de restauración y reforestación.

Nideport ya cumplimentó la primera auditoria interna del levantamiento de parcelas del inventario forestal.

Mediante vuelos con drones se obtuvieron imágenes 3D de la estructura forestal en cada parcela para sumar credibilidad al sistema de medición en campo.